Esteffy es una clienta habitual (le hemos hecho unas cuantas tartas y mesas dulces ya.. 😊) y en esta ocasión nos pidió una tarta para celebrar el 33 cumpleaños de su marido Wang que entregamos en el restaurante Via Veneto.
Como no teníamos una temática definida y tampoco les apetecía tarta fondant, hicimos un Drip Cake en tonos negro, blanco y dorado.
Para el interior de la tarta escogieron nuestro nuevo sabor CON FALDAS Y A LO LOCO Suave tarta de arándanos, limón y leche de coco, rellena con crema suiza de piña y trocitos de piña.
La decoración esta elaborada con la misma crema de la tarta, chocolate negro y blanco, macarons de vainilla, chocolate y toffee, besitos de merengue y chocolatinas pintadas en oro.
Muchisimas gracias por la confianza, que te dejen a totalmente a tu aire a la hora de decorar es maravilloso ❤
Me chifla el otoño, sobre todo gastronómicamente hablando.
Los días se acortan, llega el fresquito y con él las ganas de meternos en el cuerpo comidas copiosas y calentitas… Sopas, cremas, boniatos, castañas, setas, calabaza…
La receta de hoy es un homenaje a los postres de otoño y una versión de mi postre favorito, la “tarta tatin”. Y como una es chocoadicta, he cambiado la típica masa brisa por unas mini tartaletas de sablé bretón de cacao ¡¡que saben a gloria, combinadas con la manzana caramelizada!!
Quiero dar las gracias al fabuloso equipo de Studio Torden con los que una vez más he tenido el placer de colaborar, encargándose de la sesión de fotos de esta receta.
Ingredientes (Para 6 tartaletas)
Para la tartaleta de sablé bretón
3 yemas de huevo
130 g de azúcar moreno
150 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
50 g de cacao puro
150 g de harina de repostería
15 g de levadura
½ cdta de sal
Para la manzana caramelizada
350 g de manzanas (Variedad Red Delicious)
150 g de azúcar
40 g de mantequilla
30 ml de agua templada
½ cdta de canela molida
1 cdta de extracto de vainilla o vainilla en pasta
Para la salsa de caramelo
150 g de azúcar
40 g de mantequilla
30 ml de agua templada
½ cdta de canela molida
1 cdta de extracto de vainilla o vainilla en pasta
Elaboración
Empezamos preparando la masa.
Vierte las yemas y el azúcar en un recipiente y bátelas hasta que blanqueen (puedes utilizar un batidor tipo KA). Cuando estén bien montadas, añade la mantequilla ablandada y sigue mezclando hasta que quede bien integrada.
Tamiza los ingredientes secos y añádelos a la masa (si usas batidor de pie, cambia a la pala plana) y emulsiona con ayuda de una espátula.
Haz una bola, envuelve la masa en film y déjala reposar en la nevera 2 horas.
Ahora vamos a por las manzanas caramelizadas.
En una cacerola de fondo grueso, derrite el azúcar en seco hasta que tenga un color dorado. Fuera del fuego, y con mucho cuidado, añade el agua templada y devuélvelo al calor, removiendo con una espátula hasta que el caramelo esté liso y sin grumos. Puedes terminar de mezclarlo apartado de los fogones, para evitar que el caramelo se queme. Si ves que no se termina de fundir bien, coloca la cacerola de nuevo al fuego unos segundos más y remueve. Retira del fuego.
Agrega la vainilla, la canela y la mantequilla y mezcla hasta que el caramelo este homogéneo.
(Repite el mismo proceso para preparar la salsa de caramelo)
Precalienta el horno a 170 Cº. Pela, retira el corazón de las manzanas y córtalas en dados de 5 cm. En una bandeja para el horno, coloca las manzanas y vierte sobre ellas el caramelo. Cubre la bandeja con papel de aluminio y hornea durante 30 minutos.
Retira el papel y si aún tuviera mucho líquido, hornea 5 minutos más sin el papel de aluminio, para que se evaporen un poco los jugos.
Deja que se enfríe ligeramente y chafa las manzanas con un tenedor. Para esta presentación, he utilizado un molde de semiesferas, rellenando cada semiesfera con las manzanas caramelizadas y dejándolo en el congelador 1 hora para poder desmoldarlas.
Si no tienes molde de semiesferas, no pasa nada, simplemente reserva las manzanas caramelizadas en un bol.
Precalienta el horno a 180 Cº. Saca la masa de cacao de la nevera y, sobre la mesa enharinada (cuidado que se pega bastante), estírala a 6 mm de grosor. Corta 6 círculos de aprox. 10 cm y forra con los moldes de tartaletas presionando en el centro y los laterales para que se adapte (fíjate en el diámetro más ancho de tus moldes para tartaletas, para saber de cuánto tienes que cortar los discos).
Hornea las tartaletas durante 10 minutos, o hasta que al pinchar el centro con un palillo, este salga limpio.
Retira del horno y deja enfriar en los moldes 5 minutos. Luego desmolda con cuidado y deja enfriar completamente sobre una rejilla.
Montaje
Desmolda las semiesferas de manzana y píntalas con un poco de mermelada de albaricoque para que no se sequen. Coloca una semiesfera sobre cada tartaleta (si no has utilizado los moldes de semiesfera, coloca 1 o 2 cucharadas del preparado de las manzanas caramelizadas) y baña con un poco de la salsa de caramelo. Antes de servirlo, puedes darle un golpe de horno o de micro para que queden templaditas. Y si ya las acompañas de una buena bola de helado de vainilla con nueces de macadamia… ¡¡Será orgásmico!!
Consejos
Si no eres muy fan del cacao (dios te perdone), puedes sustituir los 50 g por harina, y añadir ralladura de limón o de naranja, canela, vainilla, jengibre…
También puedes preparar esta receta en una tartaleta grande, en un molde de 20/22 cm. Lo único que variará es el tiempo de cocción. Con 18 min. bastará. En este caso, no vale la pena hacer las semiesferas, quedará mejor la manzana en plan rústico, chafada poco y mal con el tenedor.
He utilizado manzanas de la variedad Red Delicious porque es la que encontré en el mercado ese día y estaban preciosas, pero también puedes preparar la receta con Golden o Royal Gala.
La salsa de caramelo la puedes guardar en la nevera hasta un mes en un bol de cristal o un tupper, y le queda genial a helados, gofres, crepes o ¡para chuperretearte el dedo!
Con la colaboración de:
Mini tartaletas de Cacao y manzana caramelizada
Inspiradas en mi postre favorito, la tarta tatin, pero añadiendo cacao a la ecuación y una deliciosa salsa de caramelo! No podrás comer solo una!
Empezamos preparando la masa.Vierte las yemas y el azúcar en un recipiente y bate hasta que blanqueen (puedes utilizar un batidor tipo KA). Cuando estén bien montadas, añade la mantequilla ablandada y sigue mezclando hasta que quede bien integrada.Tamiza los ingredientes secos y añádelos a la masa (si usas batidor de pie, cambia a la pala plana) y emulsiona con ayuda de una espátula.Haz una bola, envuelve la masa en film y déjala reposar en la nevera 2 horas.
Ahora vamos a por las manzanas caramelizadas.En una cacerola de fondo grueso, derrite el azúcar en seco hasta que tenga un color dorado. Fuera del fuego, y con mucho cuidado, añade el agua templada y devuélvelo al calor, removiendo con una espátula hasta que el caramelo esté liso y sin grumos. Puedes terminar de mezclarlo apartado de los fogones, para evitar que el caramelo se queme. Si ves que no se termina de fundir bien, coloca la cacerola de nuevo al fuego unos segundos más y remueve. Retira del fuego. Agrega la vainilla, la canela y la mantequilla y mezcla hasta que el caramelo esté homogéneo.Precalienta el horno a 170 Cº. Pela, retira el corazón de las manzanas y córtalas en dados de 5 cm. En una bandeja para el horno, coloca las manzanas y vierte sobre ellas la mitad del caramelo (la otra mitad del caramelo reservalo para decorar). Cubre la bandeja con papel de aluminio y hornea durante 30 minutos.Retira el papel y si aún tuviera mucho líquido, hornea 5 minutos más sin el papel de aluminio, para que se evaporen un poco los jugos.Deja que se enfríe ligeramente y chafa las manzanas con un tenedor. Para esta presentación, he utilizado un molde de semiesferas, rellenando cada semiesfera con las manzanas caramelizadas y dejándolo en el congelador 1 hora para poder desmoldarlas.Si no tienes molde de semiesferas, no pasa nada, simplemente reserva las manzanas caramelizadas en un bol.
Precalienta el horno a 180 Cº. Saca la masa de cacao de la nevera y, sobre la mesa enharinada (cuidado que se pega bastante), estirala a 6 mm de grosor. Corta 6 círculos de aprox. 10 cm y forra con los moldes de tartaletas presionando en el centro y los laterales para que se adapte (fíjate en el diámetro más ancho de tus moldes para tartaletas, para saber de cuánto tienes que cortar los discos).Hornea las tartaletas durante 10 minutos, o hasta que al pinchar el centro con un palillo, este salga limpio.Retira del horno y deja enfriar en los moldes 5 minutos. Luego desmolda con cuidado y deja enfriar completamente sobre una rejilla.
MontajeDesmolda las semiesferas de manzana y píntalas con un poco de mermelada de albaricoque para que no se sequen. Coloca una semiesfera sobre cada tartaleta (si no has utilizado los moldes de semiesfera, coloca 1 o 2 cucharadas del preparado de las manzanas caramelizadas) y baña con un poco de la salsa de caramelo. Antes de servirlo, puedes darle un golpe de horno o de micro para que queden templaditas. Y si ya las acompañas de una buena bola de helado de vainilla con nueces de macadamia… ¡¡Será orgásmico!!
ConsejosSi no eres muy fan del cacao (dios te perdone), puedes sustituir los 50 g por harina, y añadir ralladura de limón o de naranja, canela, vainilla, jengibre…También puedes preparar esta receta en una tartaleta grande, en un molde de 20/22 cm. Lo único que variará es el tiempo de cocción. Con 18 min. bastará. En este caso, no vale la pena hacer las semiesferas, quedará mejor la manzana en plan rústico, chafada poco y mal con el tenedor.He utilizado manzanas de la variedad Red Delicious porque es la que encontré en el mercado ese día y estaban preciosas, pero también puedes preparar la receta con Golden o Royal Gala.La salsa de caramelo la puedes guardar en la nevera hasta un mes en un bol de cristal o un tupper, y le queda genial a helados, gofres, crepes o ¡para chuperretearte el dedo!
La primera vez que probé los cinnamon rolls, fue en una cafetería que había en el barrio de Gracia, en Barcelona. Su dueña, una chica sueca, horneaba cada día plum cakes, muffins, galletas, scones y rollos de canela entre otras delicias… me encantaba esa cafetería. Por desgracia, a los dos años cerró y me dejó huérfana sin mis cinnamon rolls y tuve que ponerle remedio.
Los cinnamon rolls son de origen Sueco, donde se los conoce con el nombre de “kanelbulle” son el bollo por excelencia y tienen incluso su día oficial en el calendario, el 4 de octubre.
Pero como pasa con muchas otras comidas, los que le dieron el boom a estos bollos fueron los americanos, que añadieron más azúcar, el glaseado y en algunas ocasiones pasas y frutos secos.
A mí me gustan muy especiados, por lo que además de la canela les añado jengibre, cardamomo y anís, pero si no sois muy fans de esas especias podéis poner solo canela, o hacer vuestra propia combinación de especias.
Esta es una receta de las fáciles, de las que no tienen complicaciones ni ingredientes gourmet, pero a la que te harás adicta porque ¡están para morirse!
Cinnamon rolls
Ingredientes para 20 unidades
Para la masa
590 g de harina de fuerza (en los supermercados Lidl puedes encontrarla)
100 g de azúcar
20 g de levadura fresca
2 huevos
5 g de sal
5 semillas de cardamomo
1 vaina de vainilla
300 ml de leche entera
15 ml de vinagre blanco
140 g de mantequilla derretida
Relleno
100 g de azúcar de caña integral
100 g de harina de almendra
30 g de canela
5 g de jengibre
5 g de anís molido (opcional)
Una pizca sal
5 g de cardamomo molido
150 g de mantequilla derretida
Glaseado
150 g de crema de queso
150 g de icing sugar (azúcar impalpable)
5 ml de extracto de vainilla de buena calidad
50 ml leche
Elaboración
Precalienta el horno a 40ºC
Empieza preparando una infusión con la leche, las semillas de cardamomo y la vainilla. Machaca un poco el cardamomo y abre la vaina de vainilla raspando la pulpa con ayuda de un cuchillo. Calienta 2 minutos a máxima potencia en el microondas y déjalo enfriar a temperatura ambiente para que la leche vaya cogiendo el aroma de las especies. Cuando este fría, pasa la infusión por un colador de malla fina para eliminar las semillas. Separa un par de cucharadas de esta leche para diluir la levadura fresca. Ahora añade el vinagre blanco y deja 15 minutos para que se corte. Reserva.
Calienta un poco las dos cucharadas de leche y diluye en ella la levadura fresca. En un bol de la Kitchen Aid (o similar) añade la harina, la sal y el azúcar y mezcla con la pala un par de minutos. Agrega la infusión y la levadura disuelta y sigue mezclando hasta que esté todo integrado. Continúa añadiendo los huevos ligeramente batidos y por último agrega la mantequilla a temperatura ambiente y en trocitos y mezcla hasta que esté todo bien integrado.
Cambia al accesorio del gancho y amasa durante 30 minutos a velocidad media para que se desarrolle bien el gluten. Esta parte es importante, si no tenemos Kitchen Aid o similar, tocará hacerlo a mano. La masa tiene que quedar elástica sin estar quebradiza.
Primera fermentación
Engrasa un bol con aceite y pon la masa dentro. Cubre el bol con film transparente y déjala hasta que doble su volumen. Esto dependerá mucho de la temperatura de tu cocina. Como yo tengo poca paciencia, pongo el bol dentro del horno a 40º y coloco una cuchara entre la puerta del horno y el horno para que no se cierre del todo. Con este sistema, me doble de volumen en 1 hora.
Cuando ya ha doblado su volumen, presiona la masa para desgasificar utilizando tus nudillos. Haz una bola con la masa y déjala reposar 10 minutos cubierta con un paño antes de estirarla.
Mientras esperas prepara el relleno: en un bol mezcla el azúcar de caña, la almendra, las especias, la sal y la mantequilla hasta que el relleno tenga una consistencia de arena mojada. Reserva.
Estira la masa con ayuda de un rodillo en forma de rectángulo de 60x45cm aproximadamente.
Cubre la masa con el relleno de azúcar y especias, dejando un borde de 1cm por los lados. Presiona el relleno con una espátula para que quede adherido. Con ayuda de una espátula despega la masa de la encimera y enróllala sobre sí misma empezando por el lado largo. Cuando tengas el tronco enrollado, pellizca ligeramente para sellarlo. Con ayuda de un cuchillo afilado, corta discos de 3cm de ancho (salen entre 18 y 20 rollos) y ve colocando los cinnamon rolls sobre una bandeja de horno cubierta con papel de horno.
Segunda fermentación
Cubre los cinnamon rolls con film asegurandote que queden bien tapados y llévalos de nuevo al horno para que doblen de nuevo su volumen. En esta ocasión los he tenido 30 minutos a 40º con la puerta del horno sin cerrar del todo.
Horneado
Pinta los cinnamon rolls con huevo batido y cubre con azucar perlado. Hornea los rollitos a 180º altura media durante 15 minutos o hasta que los bordes estén dorados. (El tiempo puede variar en cada horno, así que la primera vez que los hagas empieza a controlarlos a los 10 min. de cocción).
Cuando estén hechos, déjalos enfriar unos 10 minutos encima de una rejilla.
Mientras se enfrían, vamos a preparar el glaseado. Pon todos los ingredientes en un bol y bate durante 3 o 4 minutos hasta que quede una crema con una consistencia como el yogur líquido. Baña los rollos de canela cuando aún estén templados y ¡a disfrutar!
Conservación:
Si por un casual te sobraran, cosa que dudo, guárdalos en un Tupper o con una campana de cristal, resguardados del aire, de lo contrario se secan. Para disfrutar de tus cinnamon rolls, calienta ligeramente antes de comerlos, es como mejor saben!
Sweet life.
590 grHarina de fuerza (en los supermercados Lidl puedes encontrarla)
100 grAzúcar
20 grLevadura fresca
5grSal
5 semillasCardamomo
1 vainaVainilla
300 mlLeche entera
15 ml Vinagre blanco
140 grMantequilla derretida
100 grAzúcar de caña integral
100grHarina de almendra
30 grCanela
5 grJengibre
5 grAnís molido (opcional)
1Una pizca de sal
5 grCardamomo molido
150 grMantequilla derretida
150grCrema de queso
150grIcing sugar (azúcar impalpable)
5mlExtracto de vainilla de buena calidad
50mlLeche
Elaboración paso a paso
ElaboraciónPrecalienta el horno a 40ºCEmpieza preparando una infusión con la leche, las semillas de cardamomo y la vainilla. Machaca un poco el cardamomo y abre la vaina de vainilla raspando la pulpa con ayuda de un cuchillo. Calienta 2 minutos a máxima potencia en el microondas y déjalo enfriar a temperatura ambiente para que la leche vaya cogiendo el aroma de las especies. Cuando este fría, pasa la infusión por un colador de malla fina para eliminar las semillas. Separa un par de cucharadas de esta leche para diluir la levadura fresca. Ahora añade el vinagre blanco y deja 15 minutos para que se corte. Reserva.Calienta un poco las dos cucharadas de leche y diluye en ella la levadura fresca. En un bol de la Kitchen Aid (o similar) añade la harina, la sal y el azúcar y mezcla con la pala un par de minutos. Agrega la infusión y la levadura disuelta y sigue mezclando hasta que esté todo integrado. Continúa añadiendo los huevos ligeramente batidos y por último agrega la mantequilla a temperatura ambiente y en trocitos y mezcla hasta que esté todo bien integrado.Cambia al accesorio del gancho y amasa durante 30 minutos a velocidad media para que se desarrolle bien el gluten. Esta parte es importante, si no tenemos Kitchen Aid o similar, tocará hacerlo a mano. La masa tiene que quedar elástica sin estar quebradiza.
Primera fermentaciónEngrasa un bol con aceite y pon la masa dentro. Cubre el bol con film transparente y déjala hasta que doble su volumen. Esto dependerá mucho de la temperatura de tu cocina. Como yo tengo poca paciencia, pongo el bol dentro del horno a 40º y coloco una cuchara entre la puerta del horno y el horno para que no se cierre del todo. Con este sistema, me doble de volumen en 1 hora.Cuando ya ha doblado su volumen, presiona la masa para desgasificar utilizando tus nudillos. Haz una bola con la masa y déjala reposar 10 minutos cubierta con un paño antes de estirarla.Mientras esperas prepara el relleno: en un bol mezcla el azúcar de caña, la almendra, las especias, la sal y la mantequilla hasta que el relleno tenga una consistencia de arena mojada. Reserva.Estira la masa con ayuda de un rodillo en forma de rectángulo de 60x45cm aproximadamente.Cubre la masa con el relleno de azúcar y especias, dejando un borde de 1cm por los lados. Presiona el relleno con una espátula para que quede adherido. Con ayuda de una espátula despega la masa de la encimera y enróllala sobre sí misma empezando por el lado largo. Cuando tengas el tronco enrollado, pellizca ligeramente para sellarlo. Con ayuda de un cuchillo afilado, corta discos de 3cm de ancho (salen entre 18 y 20 rollos) y ve colocando los cinnamon rolls sobre una bandeja de horno cubierta con papel de horno.
Segunda fermentaciónCubre los cinnamon rolls con film asegurandote que queden bien tapados y llévalos de nuevo al horno para que doblen de nuevo su volumen. En esta ocasión los he tenido 30 minutos a 40º con la puerta del horno sin cerrar del todo.
HorneadoPinta los cinnamon rolls con huevo batido y cubre con azucar perlado. Hornea los rollitos a 180º altura media durante 15 minutos o hasta que los bordes estén dorados. (El tiempo puede variar en cada horno, así que la primera vez que los hagas empieza a controlarlos a los 10 min. de cocción).Cuando estén hechos, déjalos enfriar unos 10 minutos encima de una rejilla.Mientras se enfrían, vamos a preparar el glaseado. Pon todos los ingredientes en un bol y bate durante 3 o 4 minutos hasta que quede una crema con una consistencia como el yogur líquido. Baña los rollos de canela cuando aún estén templados y ¡a disfrutar!
Conservación:Si por un casual te sobraran, cosa que dudo, guárdalos en un Tupper o con una campana de cristal, resguardados del aire, de lo contrario se secan. Para disfrutar de tus cinnamon rolls, calienta ligeramente antes de comerlos, es como mejor saben!
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